tuna de distrito de palencia

Descripción

Eran las 20:30 de un 7 de abril de 2001 cuando tras un corto y doloroso embarazo, la Tuna de Magisterio de Ávila, nuestra mamá recibía entre sus tiernos y  maternales brazos a 10 hijos en un único parto, todos ellos varones pero que muy varones por cierto. Apenas habían abierto los ojos, empezaron a corretear rápidamente por el escenario del auditorio de Caja España buscando un pecho donde calmar su sed y encontrándolo en el calor del público en especial femenino que llenaba la sala y un poco más tarde en los bares todos, no dejamos uno vivo de la ciudad.

Si bien la trayectoria de esta Tuna de Distrito de Palencia, parece breve, no lo es la de sus miembros: escindidos de la Universitaria de Palencia, cuando, en su búsqueda de las tradiciones del arte del buen tunar, 10 de sus aguerridos miembros (la mitad de los veteranos que ésta tenía por aquel entonces, muchos de ellos fundadores de esta primera) decidieron optar por la calidad y música, antes que por la cantidad, y recuperar esas tradiciones que toda Tuna busca y que considerábamos entonces casi perdidas.

El fruto de todo esto ha dado una Tuna nueva con mucho camino recorrido ya, con veteranos que llevan entre 4 y casi 7 años en la tuna, una Tuna de Distrito de Palencia llena de buena música, vitalidad y derrochante simpatía.

A continuación podéis leer la letra de la canción Estudiantina de Palencia, compuesta por Jesús Rodríguez, nuestro director musical; canción de la que nos sentimos orgullosos, cuenta mucho de nuestros comienzos y andanzas:
 
Cae ya la noche embrujada, ya puede oírse un cantar, y una bandera morada, entre las cintas volar. Desde la calle mayor, ojos inquietos los miran, hasta el parque del Salón, y las mujeres suspiran. Y hoy va rondando la tuna a esas mujeres tan bellas, y desde un claro de luna celos tienen las estrellas.
Sal palentina al balcón, sal que te espera un juglar. La estudiantina al pie de un farol, hoy te ha venido a rondar. Y si la noche fugaz quiere alejarme de ti, no llores pues tu recuerdo lo llevo guardado muy dentro de mi.  

La noche va terminando con el albor de otro día, ya la algazara acabando, ecos de ronda tardía. Luego la luz de la aurora rompe el hechizo estudiante, de la rondalla cantora de la que te enamoraste. Pero no temas mi vida, si ves la tuna marcharse, ha de volver otro día, a tu ventana a cantarte.