Reciclando Brujos

Fede, como tiene por costumbre, entra a su habitación poniendo en marcha la tele, el aparato de música, la luz, ... De repente se produce un terremoto.

Momentos después, el personaje se encuentra flotando en el espacio frente a la Tierra. Ésta le explica que “Los Hombres siempre habéis puesto nombre a mis movimientos: terremotos, maremotos, tsunamis, ... Lo cierto es que son reacciones que, en la mayoría de ocasiones, me provocáis vosotros: estornudos, calambres, fiebre, ...”

Cuando Fede le dice que nunca más será la causa de esas reacciones, la Tierra se despide diciendo: “Eso está bien. Pero vosotros podéis hacer mucho más”. El niño no entiende a quién se refiere ese “vosotros” por lo que decide ir en busca de los seres mágicos del bosque que todo lo pueden.

Pero Crujo, el más malo de los brujos, los ha convertido en seres inanimados. A todos menos a uno: la ninfa Flora.

Con ayuda de ésta y del Hada Azul, Fede se enfrentará a la doble tarea de vencer al brujo Crujo y concienciar a los humanos para que tengan un comportamiento más respetuoso con el planeta.